¿Qué es la ESI?
La ESI o Educación Sexual Integral, es un proceso de enseñanza y aprendizaje que tiene como objetivo brindar información, herramientas y habilidades a las personas para que puedan desarrollar una sexualidad saludable, placentera y libre de riesgos.
La ESI se basa en un enfoque integral que aborda la sexualidad desde una perspectiva biológica, psicológica, social y cultural, y busca promover valores como la igualdad de género, el respeto a la diversidad, la autonomía y la responsabilidad.
Así, la ESI brinda definiciones, capacita y acompaña a jóvenes y adolescentes para que sean capaces de tomar decisiones sobre su propio cuerpo y bienestar a partir de información sustentada, relevante culturalmente y con rigurosidad científica.
La educación sexual integral tiene como objetivo empoderar niños y niñas, adolescentes y jóvenes para que sean capaces de desarrollar conscientemente su vida sexual en la transición de la niñez a la edad adulta.
Es por esto que se imparte en distintos niveles educativos, desde la educación infantil hasta la educación superior, y se adapta a las necesidades y características de cada grupo y edad.
Los contenidos de la ESI incluyen temas como la anatomía y fisiología sexual, la diversidad sexual, la prevención de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados, la comunicación en las relaciones sexuales, el consentimiento y la prevención de la violencia sexual, entre otros.
La ESI es una herramienta fundamental para promover la salud sexual y reproductiva, prevenir la discriminación y la violencia de género, y garantizar el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos de todas las personas.
Además, contribuye a fomentar el desarrollo emocional y social de las personas, y a fortalecer su autoestima y confianza en sí mismas.
¿Por qué es importante la ESI?
La educación sexual integral es importante porque ayuda a las personas a tomar decisiones informadas y responsables sobre su vida sexual y reproductiva, previene problemas de salud y sociales, y fomenta la igualdad de género y la no discriminación.
Además, la educación sexual puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas y a construir relaciones más saludables y satisfactorias.
Aquí hay varias razones por las cuales la ESI es importante:
Brinda información sobre la salud sexual y reproductiva
La educación sexual proporciona información precisa y basada en evidencia sobre temas de salud sexual y reproductiva, como la prevención de infecciones de transmisión sexual (ITS), el uso de anticonceptivos, el cuidado prenatal y la planificación familiar.
(En 2019, La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe donde detalla que más de 1 millón de personas se contagian cada día de alguna ITS.)
Esta información ayuda a las personas a tomar decisiones informadas y responsables sobre su salud sexual y reproductiva, lo que puede mejorar su calidad de vida.
La ESI fomenta la igualdad de género y la no discriminación
La educación sexual promueve la igualdad de género y la no discriminación al enseñar sobre la diversidad sexual y de género, y al fomentar la tolerancia y el respeto por las diferencias.
También puede abordar temas como el acoso sexual y la violencia de género, lo que puede ayudar a prevenir estos problemas.
Previene la violencia sexual y de género
La educación sexual puede incluir información sobre el consentimiento, la comunicación en las relaciones sexuales y cómo prevenir y responder a la violencia sexual y de género.
Al enseñar estas habilidades, la educación sexual puede ayudar a prevenir la violencia y a crear relaciones más saludables y respetuosas.
La ESI reduce la transmisión de las ITS
La educación sexual puede incluir información sobre cómo prevenir la transmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS).
Al enseñar a las personas sobre prácticas sexuales seguras y la importancia de hacerse pruebas de detección regularmente, se puede reducir la propagación de ITS.
Mejora la autoestima y la confianza
La educación sexual también puede ayudar a mejorar la autoestima y la confianza de las personas al enseñarles sobre su cuerpo y su sexualidad de manera positiva y sin juicios.
Esto puede ayudar a las personas a sentirse más cómodas con su sexualidad y a tomar decisiones informadas y responsables sobre su vida sexual.
La ESI previene de embarazos no deseados
La educación sexual puede incluir información sobre el uso adecuado de métodos anticonceptivos y la planificación familiar.
Al tratar las temáticas de cómo prevenir los embarazos no deseados, se pueden reducir los riesgos asociados con el embarazo adolescente y los embarazos no planificados.
Enseña habilidades para relaciones saludables
La educación sexual puede incluir la enseñanza de habilidades importantes para construir y mantener relaciones sexuales y románticas saludables.
Al enseñar a las personas sobre el consentimiento, la comunicación efectiva y la resolución de conflictos, se puede ayudar a crear relaciones más saludables y satisfactorias.
La ESI aborda la desinformación y los mitos
La educación sexual puede ayudar a abordar la desinformación y los mitos que existen en torno a la sexualidad.
Al proporcionar información precisa y basada en evidencia, se pueden desmitificar muchos conceptos erróneos sobre la sexualidad y mejorar la comprensión de las personas sobre su cuerpo y su sexualidad.
¿Qué problemas atraviesa la ESI?
Uno de los grandes problemas que surgen a la hora de hablar de la educación sexual es que, justamente, son pocas las personas a nivel mundial que reciben información correcta y adecuada para vivir una sexualidad plena.
Tradiciones culturales, la falta de políticas por parte de gobiernos y argumentos religiosos son algunos de los principales motivos por los cuales estas temáticas han estado y están hoy en día fuera de foco en muchos países del mundo.
En este marco, las poblaciones con altos niveles de vulnerabilidad, son las principales perjudicadas.
Lamentablemente, esta falta de acceso a la información hace que muchas personas se encuentren en riesgo y sean vulnerables a situaciones de abuso, embarazo no deseado, explotación o a contraer alguna infección de transmisión sexual.
Otro gran problema es que grandes poblaciones llegan a la edad adulta con conocimientos erróneos, confusos y no fundamentados científicamente.
Esta falta de información veraz perjudica millones de personas alrededor del mundo a la hora de ejercer su derecho a una vida sexual plena.
Es por esto que la ESI es fundamental para la vida de los seres humanos y es de vital importancia su abordaje desde temprana edad.